diez partidos, solo un triunfo y muchas dudas

El Manchester City atraviesa uno de los momentos más complicados de la era de Pep Guardiola. Diez partidos han bastado para encender las alarmas en el Etihad: solo una victoria, dos empates y siete derrotas, resultados que han puesto en jaque la confianza del equipo y su estabilidad, tanto en la Premier League como en la Champions League.

El último golpe llegó este miércoles en Turín, donde los ingleses cayeron 2-0 ante la Juventus en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Los goles de Dusan Vlahovic y Weston McKennie sentenciaron a un equipo que, aunque dominó en posesión, se mostró incapaz de generar peligro real. La derrota no solo complica su clasificación para los octavos de final, sino que también deja al descubierto problemas estructurales que parecen haber calado profundamente en el equipo de Guardiola.

Gündogan, Guardiola y la autocrítica

Tras la derrota, las voces dentro del vestuario no tardaron en reflejar la frustración que vive el equipo. Ilkay Gündogan, uno de los líderes del plantel, no se guardó nada en su evaluación: «Tengo la sensación de que a veces somos un poco descuidados en los duelos. En lugar de jugar simple, complicamos demasiado las cosas y perdemos el momento adecuado para pasar o liberar la pelota».

Por su parte, Pep Guardiola adoptó un tono más conciliador, aunque sin ocultar la preocupación: «Lo hemos hecho muy, muy bien. No hemos perdido muchas pelotas como en el pasado y lo hemos intentado». Sin embargo, sus palabras no lograron apaciguar las críticas, especialmente porque el City sigue sin encontrar soluciones concretas a su falta de efectividad en ataque y sus problemas defensivos.

Prensa y analistas, severos con el City

La prensa británica no tuvo piedad con el Manchester City tras la derrota en Turín. Los medios deportivos y analistas coincidieron en señalar que el equipo luce predecible y falto de confianza, dos aspectos que han sido recurrentes en esta racha negativa.

Lee Hendrie, exfutbolista y ahora analista en Sky Sports, fue contundente: «Son muy predecibles, creo que ese es el problema principal. La Juventus es un equipo que sabe cómo hacerlo difícil para sus rivales y contragolpear con eficacia. Si yo enfrentara al City, copiaría lo que hizo la Juve. Ellos (el City) siguen buscando ese pase perfecto, pero no tienen la confianza para lograrlo. Es momento de volver a las bases».

Por su parte, Nedum Onuoha, exjugador del Manchester City y comentarista en la BBC, destacó las deficiencias defensivas del equipo: «La defensa fue la mayor diferencia entre ambos bandos. La Juventus mantuvo a Erling Haaland completamente aislado durante los 90 minutos y se mostró muy compacta en el mediocampo. El City solo cometió dos errores, pero ambos fueron castigados. Probablemente obtuvieron lo que merecían».

Jack Gaughan, en su crónica para el Daily Mail, fue incluso más directo: «El equipo de Guardiola sigue luciendo poco confiado y parece peligrosamente cerca de perderse por completo la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones».

¿Qué le pasa al Manchester City?

Los problemas del Manchester City parecen multifacéticos. En ataque, el equipo no encuentra fluidez, a pesar de contar con jugadores de élite como Erling Haaland, que ha estado completamente desconectado del juego en los últimos encuentros. La falta de creatividad en el último tercio del campo es evidente, con un equipo que sigue buscando el pase perfecto sin generar opciones claras de gol.

Defensivamente, el City ha mostrado vulnerabilidades que no eran habituales en temporadas anteriores. La compacta y disciplinada Juventus expuso estas debilidades, castigando cada error del conjunto inglés. Además, rivales en la Premier League han replicado fórmulas similares, cerrando espacios y golpeando al equipo de Guardiola en transiciones rápidas.

Otro factor que pesa es la falta de confianza colectiva. Jugadores clave como Kevin De Bruyne, que es baja por lesión, han dejado un vacío difícil de llenar, mientras que otros, como Jack Grealish o Bernardo Silva, no han mostrado el nivel que se espera de ellos. Esto, combinado con la presión de los malos resultados, ha generado un ambiente de incertidumbre que afecta tanto el rendimiento individual como colectivo.

¿Puede Guardiola revertir la situación?

Pep Guardiola no es ajeno a las crisis. A lo largo de su carrera, ha enfrentado momentos complicados en el Bayern Múnich y el Barcelona, logrando eventualmente encontrar soluciones para retomar el rumbo. Sin embargo, esta situación con el Manchester City podría ser una de las más desafiantes de su trayectoria, especialmente porque llega después de una temporada histórica en la que conquistaron el triplete, incluyendo la ansiada Champions League.

La capacidad de Guardiola para evolucionar tácticamente será clave en este momento. Deberá encontrar formas de diversificar el ataque y superar la previsibilidad que tanto le critican los analistas. Además, será fundamental trabajar en la solidez defensiva y en la recuperación de la confianza del plantel.

Con rivales como la Juventus marcando el camino de cómo neutralizar al City, el entrenador catalán tiene el desafío de reinventar su sistema para evitar que el equipo quede fuera de la Champions League y no pierda terreno en la Premier League, donde también ha cedido puntos importantes en las últimas semanas.

Lo que está en juego

La crisis actual del Manchester City no solo pone en peligro sus aspiraciones en la Champions League, sino que también amenaza con empañar el legado de Guardiola en el club. Después de ganar el triplete en la temporada pasada, las expectativas para este año eran altísimas, pero los resultados recientes han generado dudas sobre si el equipo tiene la capacidad de mantenerse en la élite europea y doméstica.

Con varios partidos cruciales en el horizonte, el City deberá reaccionar rápidamente para evitar que esta racha negativa se convierta en una crisis irreparable. La capacidad de Guardiola para adaptarse y la respuesta de sus jugadores serán determinantes para definir el rumbo de la temporada. Por ahora, el Manchester City camina sobre una cuerda floja, con poca confianza y muchas preguntas sin respuesta.